Zapata y el mito

El peor enemigo de los personajes que los encarnan es el tiempo y las cambiantes circunstancias que les van siendo desfavorables. Emiliano Zapata fue más relevante muerto que vivo. El movimiento zapatista sólo logró trascender unos kilómetros más allá de los límites del estado de Morelos. Como combatiente jamás tuvo el control total de su estado aunque sí fue una constante pesadilla primero para el Ejército federal, al cual perteneció, y posteriormente para Madero, con quien nunca se entendió del todo. En un encuentro con él, le amenaza con aquella famosa frase: "Si no cumple sus promesas, Ud. y yo nos vamos a partir la madre" y los zapatistas tuvieron que padecer la crueldad de los generales Victoriano Huerta y Juvencio Robles, atenuando la represión el espíritu humanista del general Felipe Ángeles que los reemplaza.