OPINIÓN

¿Aprendimos algo en este medio año sin medio año? ¿Nos dejó alguna enseñanza o lo veremos sólo como un episodio extravagante?

Volver al futuro

Jorge Volpi EN MURAL

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2020. Medio año sin año. Medio año entre paréntesis. Medio año borrado. Medio año miniaturizado. Medio año sin futuro. Desde que se inició la pandemia, nos hemos visto obligados a adaptarnos a un medio repentinamente hostil e impredecible, el mundo: a pertrecharnos en nuestras casas como refugios antiatómicos (los que tuvimos este privilegio), a asumir la calle como territorio enemigo y a los otros como espías encubiertos -los reptiles alienígenas de V, cuyos interiores virales ignoramos-, a reconvertir comedores o recámaras en severas oficinas, a administrar el largo tiempo que cada mañana nos queda por delante, a inventarnos rutinas para combatir la depresión o la demencia, a incrustar todas las actividades posibles en los escasos centímetros de una pantalla, a contemplar la diaria cuenta de infectados o muertos primero con horror, luego con desconfianza y al cabo con lamentable indiferencia, a batirnos obsesivamente en redes a favor o en contra del Presidente, a acostumbrarnos a esta extraña vida que no era la vida.