Perseguir delitos patrullando en las calles es como si los bomberos salieran a buscar incendios para apagarlos. La probabilidad de sorprender "in fraganti" a delincuentes es casi la misma que encontrar fuegos para sofocarlos. Desde luego que el patrullaje policiaco (policing) es el método más común de vigilancia, pero no es el más efectivo para mitigar la inseguridad. El patrullaje policiaco es una acción de disuasión más que de control de la delincuencia. Pese a su inefectividad, es imprescindible la presencia policiaca en las calles, pues en teoría existe una mejor capacidad de reacción para atender incidentes "in situ" debido a su despliegue geoespacial. Dicho de otra manera, la presencia de la policía en las calles es necesaria, pero insuficiente para combatir la inseguridad, mucho menos el crimen organizado.