OPINIÓN

Video-cleptocracia

Denise Dresser EN MURAL

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Dinero donado por Odebrecht o desviado por Manuel Velasco o tuyo y mío cobrado por la vía de los impuestos. Dinero que acabó distribuido en maletines, entregado en bolsas de papel, jineteado a escondidas por una clase política patrimonialista con fines personales y políticos. Usado para construir el "Museo del Presidente" de Peña Nieto o mantener el movimiento de Andrés Manuel López Obrador o comprar votos para la reforma energética o ganar elecciones estatales y presidenciales. No importa el destino o las intenciones ostensiblemente nobles de quien lo utilizó. La acción es igualmente condenable, trátese de priistas malolientes, panistas hipócritas o morenistas revolucionarios. Todos los actores involucrados, desde Emilio Lozoya hasta el hermano del Presidente, deben ser medidos con la misma vara. Todos, al valerse de recursos públicos o de procedencia ilícita, no son víctimas del aparato del poder ni héroes transformadores. Son malhechores.