OPINIÓN

Un partido agonizante

DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Catón EN MURAL

3 MIN 30 SEG

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"Muévete un poco". Eso le pidió el marido a su mujer en el momento del amor. Explicaré los antecedentes del caso. El señor sufría un grave problema de estrés que se manifestaba en nerviosismo y depresión. Acudió a la consulta de un facultativo, el cual lo interrogó a fin de conocer la causa de su neuropatía. En el curso del interrogatorio el médico se enteró de que el hombre tenía más de un año sin hacer obra de varón. "Es que a mi esposa no le gusta el sexo" -declaró-. Dijo el galeno: "Pues indíquele que yo le prescribí hacer el amor como remedio para su depresión". Ya sabemos, entonces, por qué la gélida mujer aceptó la intimidad con su marido. Fue entonces cuando él le pidió: "Muévete un poco". "¡De ninguna manera! -se indignó la señora, terminante-. ¡Medicina sí, lujuria no!"... La linda Loretela le preguntó a su amiga Susiflor, tan curvilínea como ella: "¿Qué prefieres para las vacaciones? ¿Ir a la montaña a ver el panorama, o ir a la playa y ser nosotras el panorama?"... Desangelada estuvo la asamblea en la cual los priistas eligieron sepulturero. El semivacío auditorio donde esa farsa se cumplió habría estado vacío por completo de no ser por un par de docenas de acarreados mozos; mozos en el sentido de jovenzuelos, mozos en el sentido de sirvientes. Camino a su desaparición va el otrora poderoso partidazo. Los priistas de tradición y arraigo han dado la espalda al inepto líder que llevó al PRI a la peor debacle de su historia. Excepción a eso fue Gómez Villanueva, que manchó su trayectoria al acompañar en su ilegitimidad al ilegítimo. Durante el tiempo de la dominación priista fui constante crítico del entonces llamado partido de la Revolución. Ahora me da pena el estado agónico en que se halla. Igual sentí la pérdida del registro del PRD; igual deploro la deplorable situación del PAN. Y es que la democracia se finca en la existencia de partidos que compiten entre sí, y en México está quedando un solo partido, que ni siquiera lo es, sino congregación de feligreses en torno de un único oficiante. Eso apunta hacia una dictadura nada benévola, sino fincada en el caprichoso talante de un caudillo cuyas acciones y omisiones han llevado al país a la anarquía y el caos, y donde la delincuencia se ha vuelto un Estado dentro del Estado, como es el caso de Sinaloa. En esa infortunada entidad la delincuencia gobierna conjuntamente con el supuesto Gobernador bajo la protectora sombra de AMLO, que tantas consideraciones ha tenido ahí para los criminales. Jorge Manrique dijo en sus pesarosos versos: "Pues si vemos lo presente / cómo en un punto se es ido / y acabado, / si juzgamos sabiamente / daremos lo no venido / por pasado". En semejantes términos, el ominoso futuro de México ya es presente... Don Algón, salaz ejecutivo, le regaló un abrigo de mink a la vedette de moda. "Muchas gracias, don Alguito -agradeció la cantatriz-. Este abrigo lo mantendrá caliente algunos días"... Pepito le pegó a Juanito, le tiró de la trenza a Rosilita y se robó una manzana de la frutería. Le preguntó su mamá: "¿Por qué hiciste eso?". Explicó el chiquillo: "Me mandaste a que me confesara, y no tenía materia prima"... Una ancianita se presentó en la demarcación de policía y le dijo al agente de guardia: "Señor gendarme: un hombre me hizo el amor". "¡Qué barbaridad! -se consternó el oficial-. ¿Dónde y cuándo sucedió eso?". "En el asiento de atrás de un automóvil -respondió la viejecita-. Hace 65 años". "¿65 años? -se sorprendió el oficial-. ¿Y por qué hasta ahora viene?". Respondió, triste, la vejuca: "Es que no tengo con quién recordar el acontecimiento"... FIN.