Un México peligroso
Luis Castillo EN MURAL
4 MIN 00 SEG
Regresábamos de un viaje de negocios. Afortunadamente no nos llovió demasiado en la autopista, íbamos ya con cinco horas de trayecto, pero con buen ritmo y ánimo. Era mi turno al volante, serían por ahí de las 10:30 de la noche y ya sólo nos faltaban 40 minutos para llegar a nuestro destino. Iba concentrado en mi misión, con el aire bien frío para no dormir, pero acompañado de las melodías del gran Dread Mar I.