En estos tiempos post olímpicos, vale la pena destacar una justa en la que involuntariamente todos participamos, constantemente, y en donde siempre hemos sido campeones, la cual se libra no en el terreno de lo deportivo, sino en el científico (de la física), y cuyo impacto no se mide en cantidad de medallas, sino en la continuidad de nuestra propia existencia.