Una nahuelada consiste en un acto deschavetado de Nahuel Guzmán, con el cual tira por la borda su labor en la portería y echa a perder el esfuerzo de sus compañeros. Se le va la onda de pronto. La inagotable marrullería de este personaje es inversamente proporcional a su indiscutible capacidad. El neologismo de marras ya forma parte de la jerga futbolística nacional.