La desaparición de 109 fideicomisos en conjunto con una serie de medidas para concentrar en el Poder Ejecutivo el destino del presupuesto y del gasto público (facultad exclusiva de la Cámara de Diputados), no sólo muestran a un Presidente acaparador de recursos para sus agendas políticas, sino también a uno que desconfía de comunidades que generan bienes públicos mediante la acción colectiva. La última decisión que lamentar es la suspensión del estímulo económico a profesores del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) de instituciones educativas privadas.