A mano trenzada y levantada salen de la parroquia los recién casados, que, a porras y aplausos, los recibimos nosotros, sus amigos. Él la inclina y la besa, mientras un gran mariachi toma la escena al compás del "Son de la Negra". Entre gritos charros y una vibrante interpretación del "Jarabe Tapatío", los mariachis nos conducen por las pintorescas calles del centro de Tequila hasta el recinto de la fiesta.
Analista financiero, con un alto interés por el trasfondo de lo ordinario y cotidiano.