OPINIÓN

Todos tenemos otros datos

Gabriela Warkentin EN MURAL

4 MIN 00 SEG

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Circulan en celulares fotos de adolescentes desnudas. Sorpresa, morbo, indignación. Es el regreso a clases en una escuela de un municipio en Extremadura, España. Padres, madres, docentes, todos reaccionan porque se conocen e intuyen que algo pasa. Y es que las fotografías de las adolescentes desnudas no son reales ni verdaderas ni auténticas ni ¿cómo llamarles? Son imágenes producto de la manipulación con inteligencia artificial a través de una aplicación que, según el diario El País, ofrece que "desvistas a cualquiera con nuestro servicio gratuito". Mediante esa app se colocan los rostros reales tomados de fotos que las jóvenes comparten vía Instagram o WhatsApp, sobre diversos cuerpos desnudos (reales o no) para aparentar que se trata de ellas en esas condiciones. Así que un día, varias jóvenes regresan a clases para encontrarse "expuestas", virtualmente vejadas, humilladas.