Todo es río
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Carla Madeira
Cd. de México (22 septiembre 2024) .-05:00 hrs
"Todo es río", la primera novela de la escritora brasileña Carla Madeira, se publicó en 2014 y vendió más de 300 mil ejemplares. Ahora se presenta en español. Crédito: Especial
Capítulo 3
Venâncio y Dalva se casaron enamorados. Perdidamente. Quien los veía le pedía a Dios la misma suerte. El amor tiene nombre, pero no es algo que podamos reconocer con sólo mirarlo. El dolor sí sabemos qué es, tiene tal lugar e intensidad que cabe en la ciencia. La rabia, el miedo, el odio deforman la cara de modo evidente. ¿Pero el amor? ¿Qué es sino una montaña de gusto? Gusto por hablar, gusto de tocar, gusto de oler, gusto de escuchar, gusto de mirar. Gusto por abandonarse al otro. El amor no es más que un gustar de muchos verbos al mismo tiempo. En el caso de Venâncio y Dalva, el gusto de cada sentido los unía a ambos para más de muchas vidas, parecían eternos de tan unidos. Uno saboreaba al otro. Vivieron así irrigados por mucho tiempo, hasta que Dalva se embarazó. Parecía ser una buena noticia, el amor dando fruto, cosa más sagrada la suma de los dos, la perfección de la naturaleza que providencia la continuidad de todo. Eso era lo que debían sentir y se quedaron mucho tiempo intentando hacer lo que debían. Insistieron en la tontería de poner en su camino la ruta de los demás. Y resultó en lo que resultó. ¿Quién puede negar, en la mirada más honesta, que, dada la compenetración perfecta, no sobre espacio para nada más? La forma en que el uno se unió al otro era demasiado estrecha. Venâncio, al ver crecer el vientre de Dalva, vio crecer en él unos celos enfermizos. Pero ya era tarde, no dirigía el curso del río. Estaba hecho.