OPINIÓN

EN MURAL

2 MIN 30 SEG

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DESDE los tiempos del viejo PRI, no se veía un proceso electoral tan desaseado -por no decirle cochino- como el que se está conduciendo hacia 2024. Con el presidente de la República como abanderado de la ilegalidad, el resto de los participantes parecen muy cómodos fuera de las normas.