OPINIÓN

EN MURAL

2 MIN 30 SEG

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EL PRESIDENTE anda enojado y no lo puede disimular. El escándalo en torno a su hijo mayor le pegó en donde más le duele: en el resobado discurso de la honestidad y la austeridad. El problema para el mandatario es que para defenderse tiene sólo su palabra... y no le está alcanzando para salir del atolladero.