A pesar de su agonía electoral, el PRI sigue siendo un granero de liderazgos políticos. Buena parte de la clase política mexicana se formó en las filas del Revolucionario Institucional, la escuela de formación de cuadros más importante que ha tenido el país. Existe un priismo más allá de las siglas del PRI que reclama espacios de representación que no tuvieron cabida con el PAN ni con MC, que ahora se identifica con Morena. Claudia Delgadillo es hija del priismo popular, ese que aún mantiene una arraigada presencia en barrios y colonias populares, en el magisterio y los sindicatos corporativistas.