Hasta hace unas semanas, Susumo Azano era conocido solo como el empresario que vendió Pegasus al gobierno de Felipe Calderón, luego dio dinero a políticos en California y pasó allí tres años en la cárcel por financiamiento ilegal de campañas. Ahora, Azano está de vuelta en México y se presenta como una suerte de enlace entre Palacio Nacional y la Casa Blanca para "resolver la crisis" de distribución de combustible legal, que vendrá con un mayor control del huachicol fiscal.
Peniley Ramírez es periodista de investigación y autora del libro Los millonarios de la guerra.