Tanto al interior de Morena, como en los diferentes partidos de oposición, el tema prioritario es la sucesión presidencial que derivará de las elecciones del 2024. El Presidente no hace otra cosa que estar en campaña, lo que ha implicado alentar una gran especulación en torno a quién podría ser el candidato de su partido, y lo mismo ocurre en la oposición, en donde se discute de forma recurrente en torno a cuál sería el perfil más competitivo para intentar derrotar a la 4T.