Sordas narices
Paloma Ramírez EN MURAL
4 MIN 00 SEG
En estos tiempos enrarecidos, uno podría perder el olfato con la facilidad con que se pierde el botón de un pantalón. Las similitudes continúan, pues es posible que uno se diera cuenta de semejante revés hasta que lo necesitara, es decir, tuviera la urgencia o deseo de aspirar con la intención de captar algún olor. O, en el caso del botón, tratara de ajustarse la prenda para encontrarse con la novedad de que se le resbala, de que no hay manera de mantenerla en su sitio.