OPINIÓN

Sin amor

Genaro Lozano EN MURAL

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Mauricio Vila Dosal tiene una enorme sonrisa blanca. Nació en 1980, por lo que a sus 39 años todavía puede considerarse como un millennial. Sin embargo, Mauricio es panista y representa al ala mayoritariamente conservadora de su partido. Durante su campaña a la gubernatura de Yucatán firmó los compromisos del autodenominado Frente Nacional por la Familia (FNF), al que yo he llamado Frente Nazional AntiFamilias, y en su biografía de Wikipedia está como hecho destacado el que "ha procreado" tres hijos con su esposa y que estudió en una universidad marista. En julio del año pasado, Vila ganó la gubernatura por apenas 3% del voto y desde entonces controla el estado con el apoyo legislativo de una alianza PRI-PAN que le ha permitido negar derechos a personas LGBT y endeudar las finanzas públicas por "motivos de seguridad".

Vila Dosal heredó un estado que ya había violado el Estado laico. Durante la gubernatura de Ivonne Ortega Pacheco (2007-2012) el PRI le abrió la puerta a organizaciones religiosas como la Red Pro Yucatán, apoyadas por Ortega y por la mayoría priista en el Congreso local, y aprobaron casi por unanimidad una reforma al artículo 94 de la constitución yucateca para definir al matrimonio como "una institución por medio del cual (sic) se establece la unión jurídica de un hombre y una mujer". Ese año también el PRI y el PAN aprovecharon para criminalizar a las mujeres que quieren interrumpir un embarazo.

En un mundo ideal, el Congreso yucateco y el gobernador Vila Dosal tenían la oportunidad para hacer de su estado uno incluyente y que ofreciera la misma protección jurídica a todas las familias. Y la oportunidad llegó el 10 de abril cuando fue votada una iniciativa para reformar la Constitución y aprobar el matrimonio sin discriminación. El activista yucateco Alex Orué tuiteó la crónica sobre cómo los grupos conservadores tomaron el Congreso con rezos, de cómo eran apoyados por el gobernador y de cómo los legisladores hicieron trucos para emitir su voto de manera secreta. El Colectivo por la Protección de Todas las Familias en Yucatán y la organización Article 19 impusieron un amparo para prohibir la votación secreta. Para reformar la Constitución yucateca se necesitan 17 de 25 votos y al final el primer intento de reforma fracasó por la alianza entre PRI y PAN (que suman 16 votos en total) y que votaron en contra.

El segundo intento fue ayer y nuevamente los legisladores desatendieron el llamado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para proteger a todas las familias. La opacidad volvió a ser la nota. La votación nuevamente fue secreta: 7 de 10 priistas votaron en contra; 5 de 6 panistas en contra; y 3 de 4 de Morena también en contra. Con ello, el voto final quedó con esos quince votos en contra y solo 9 a favor de legisladores del PRD, MC, PVEM, Nueva Alianza y el sorpresivo voto a favor de 3 legisladores del PRI y 1 del PAN.

La defensa de los derechos humanos para las personas LGBT no es tarea sencilla. A pesar de que el ex presidente Peña y el presidente López Obrador se manifestaron y tomaron medidas a favor de este tema, las resistencias en los estados persisten. A Peña su partido lo dejó solo cuando en 2016 presentó un paquete de medidas que incluía una iniciativa para matrimonio igualitario. A López Obrador, Morena sí lo ha respaldado mayoritariamente, aunque se presentan legisladores que escuchan más las presiones de grupos religiosos que se entrometen en política local, como ocurrió en Yucatán ayer y en Zacatecas hace unas semanas.

El panista Mauricio Vila y el priista Alejandro Tello son dos gobernadores que tienen mucha influencia en los Congresos de sus estados. Es claro ya que el respaldo del Ejecutivo estatal al matrimonio igualitario es clave para su aprobación o rechazo en cualquier estado. La aprobación del matrimonio en todo el país avanza y quienes lo detienen hoy solo están postergándolo con mezquindad, con desprecio a la diferencia y especialmente sin amor.