Sigilo legislativo
David Gómez-Álvarez EN MURAL
3 MIN 30 SEG
Nada más contrario al parlamento abierto que el sigilo legislativo. Sin deliberación ni argumentación pública, de madrugada y sin medios de comunicación, el Congreso del estado aprobó la semana pasada el presupuesto público del año entrante. La decisión más importante que hasta ahora ha tomado la Legislatura 63 es indigna de un Poder Público. No sorprende de la bancada oficialista -acostumbrada a su función como oficialía de partes, donde la división de poderes se ha borrado por completo- sino de la oposición que se prestó a una serie de acuerdos inconfesables: sólo los legisladores que pactaron su voto en corto conocen los motivos ocultos para haber aprobado, a nombre de los jaliscienses, el presupuesto que nos pertenece a todos.