Atrás quedó el conflicto post-electoral que marcó la segunda mitad del año pasado. Desde la elección el 2 de junio hasta la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a Jalisco el 27 de diciembre, la relación entre el gobierno del estado y la Federación fue de mucha incertidumbre. Desde el no reconocimiento al gobernador electo hasta la exclusión de los proyectos prioritarios del estado en el presupuesto federal, el vacío a Jalisco causó preocupación. No era para menos.