OPINIÓN

La legitimidad que podría granjearle a AMLO hacerse cargo de la realidad sin preocuparse de la apariencia, se estropea por la soberbia

Shalalá

NEGRO Y CARGADO / José Israel Carranza EN MURAL

5 MIN 00 SEG

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La conducta del presidente de México es pródiga en ocasiones para el asombro, así como la voluntad que decide esa conducta es campo fértil para la imaginación más audaz: ¿cómo decide saludar a la madre del criminal más famoso, o dar la espalda a las madres que andan escarbando la tierra para ver si dan con los cadáveres de sus hijos, o insultar la lucha de las mujeres amparando depredadores sexuales, y también, del mismo modo presumiblemente deliberado, hacerse grabar un video en el que lo vemos sopear tamales y canturrear como Prudencia Grifell?