Penoso ver a prominentes líderes de la "Cuarta Transformación" vitorear la nueva reforma educativa, cuando tantos de ellos envían a sus hijos a escuelas privadas. Lastimoso escuchar a importantes morenistas celebrar el renovado control sindical sobre las aulas públicas, cuando sus niños nunca han estudiado ni estudiarán ahí. Aplauden el supuesto rescate del sistema educativo del cual ellos mismos desconfían porque saben que no provee movilidad social, ni educación de calidad, ni maneras de entender o relacionarse con el mundo. Las élites de la 4T acaban siendo tan fariseas como las élites peñanietistas que reemplazaron; hablan de una manera pero viven de otra. Censuran lo que practican y practican lo que censuran. Los lopezobradoristas avalan una contrarreforma educativa que no afectará a sus niños parapetados en institutos privados, mientras se desentienden de los millones en escuelas públicas, raptados.
Denise Dresser es politóloga, escritora, columnista y activista. Coordinó el libro "Gritos y Susurros: Experiencias Intempestivas de Mujeres". Ganó el Premio Nacional de Periodismo en 2010. Su último libro es "El País de Uno. Reflexiones para entender y cambiar a México".