Al Presidente no le alcanza el poder. La nostalgia por la Presidencia imperial le hace improvisar falacias cada vez más burdas, ahora para desaparecer a los organismos constitucionales autónomos (OCA). Cada OCA tiene una historia y una justificación institucional distinta, el común denominador es que se trata de instancias técnicas de contrapeso a los poderes públicos (y fácticos), así como de garantía de derechos. Cumplen funciones de Estado, independientes de la coyuntura política y del partido gobernante, por ello, también son parte de compromisos internacionales.