Scherer, 'le Petit'
Guadalupe Loaeza EN MURAL
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Pobres de los hijos varones que llevan el mismo nombre que su padre, sobre todo si éste fue uno de los personajes más admirados y entrañables de la prensa mexicana. Tal es el caso de Julio Scherer Ibarra, consejero jurídico de la Presidencia, y su padre, Julio Scherer García. Eso pensé mientras escuchaba la entrevista que le hiciera Carmen Aristegui a propósito de la advertencia que le hizo el INE al Presidente, quien podría ser sancionado e incluso arrestado si seguía abordando en sus "mañaneras" temas que tuvieran que ver con las próximas elecciones de junio: "Es una falta de respeto", comentó contundente el hijo de don Julio. En tanto avanzaba el diálogo entre la periodista y el funcionario, constataba el enorme abismo intelectual que existía entre padre e hijo. "Nada que ver...", me repetía añorando a don Julio, el gran periodista mexicano con quien tuve el privilegio de entablar una amistad de respeto y de profunda admiración.
Descubrió quién es gracias a la escritura y al periodismo. Ha publicado 43 libros. Se considera de izquierda aunque muchos la crean "niña bien". Cuando muera quiere que la vistan con un huipil y le pongan su medalla de la Legión de Honor; que la mitad de sus cenizas quede en el Sena y la otra mitad, en el cementerio de Jamiltepec, Oaxaca, donde descansan sus antepasados. Sus verdaderos afectos son su marido, sus hijos, sus nietos, sus amigos y sus lectores