Jalisco es reconocido como un líder nacional en la producción agroalimentaria, tan sólo en 2020 se destacó con una aportación del 22 por ciento de la producción pecuaria y 13 por ciento de la producción agrícola a nivel nacional, además, de un 74 por ciento de unos de los productos más emblemáticos de México, el tequila. Sin embargo, el desarrollo de la agroindustria en Jalisco no ha estado exento de importantes consecuencias ambientales; este desarrollo ha llevado en algunos casos a la degradación del suelo, la contaminación de cuerpos de agua y la generación de gases de efecto invernadero, entre otras consecuencias. Una problemática particular de estos sectores productivos, es la gestión de residuos orgánicos, ya que estos tienden a degradarse con rapidez, dificultando su manejo.