Río Nazas 24
Guadalupe Loaeza EN MURAL
He allí una dirección muy emblemática para mí, el nombre de una calle que está tatuada en mi corazón por un millón de razones: allí viví mi infancia, adolescencia y la primera parte de mi adultez. En la casa de Nazas 24 se celebraban las cenas familiares de Navidad y Año Nuevo; se sentían los temblores muy fuerte, en especial el de 1957; se casaron mis hermanas mayores; se escuchaban las canciones de Charles Trenet, mientras las escuchaba soñaba con París y casarme con un francés. A pesar de haber vivido muchos años en Río Nazas, ignoraba que el río, ya muy seco por cierto, se encuentra en Torreón y que el nombre viene de las pequeñas cestas llamadas "nasas" con las que pescaban los irritilas en la región. Ahora, cuando me acuerde de Río Nazas, mi imaginación volará hasta Coahuila, un Estado en donde pasan muchas cosas buenas a pesar de que aún sigue padeciendo la violencia.
Descubrió quién es gracias a la escritura y al periodismo. Ha publicado 43 libros. Se considera de izquierda aunque muchos la crean "niña bien". Cuando muera quiere que la vistan con un huipil y le pongan su medalla de la Legión de Honor; que la mitad de sus cenizas quede en el Sena y la otra mitad, en el cementerio de Jamiltepec, Oaxaca, donde descansan sus antepasados. Sus verdaderos afectos son su marido, sus hijos, sus nietos, sus amigos y sus lectores