OPINIÓN

Revolución diamantina

Jorge Volpi EN MURAL

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En medio del letargo y la abulia generalizadas frente al cúmulo de horrores que nos sacuden, por fin un hálito de esperanza: la revuelta feminista y juvenil que ha comenzado a tomar cuerpo a lo largo de estas semanas. El inicio de un movimiento que, basado en la ira y el hartazgo, podría convertirse en el disparador del cambio drástico que con tanta urgencia requiere nuestro país. En México no existen ni la seguridad ni la justicia para nadie: 250 mil muertos por la violencia en estos trece años, de los cuales si acaso el 10 por ciento han sido esclarecidos. Cifras que bastan para aquilatar la dimensión de la catástrofe, a las que habría que añadir que solo un 10 por ciento de los delitos son denunciados y de esos, otra vez, si acaso otro 10 por ciento se resuelve.