OPINIÓN

Revocación y pandemia

Bernardo González Mora EN MURAL

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Si una fama se ha ganado a pulso Andrés Manuel López Obrador es la de ser ave de tempestades, valiente y decidido: indudablemente. Así lo demostró cuando renunció al PRI del que era presidente en Tabasco, al negarle la candidatura al gobierno del estado y aceptar la postulación por el PRD para contender contra Roberto Madrazo. Acusando fraude tras su derrota, desató una movilización sin precedentes. Al final de cuentas perdió la gubernatura, pero se convirtió en una figura nacional llegando a ocupar la dirigencia nacional del PRD y el gobierno de la Ciudad Capital para luego ser candidato a la Presidencia de la República y perder en una elección muy cuestionada en la que resultó ganador Felipe Calderón.