En "La Guerra de los Mundos", escrita por H.G. Wells en 1898, se narra la invasión de la Tierra por una armada alienígena. En la novela, los invasores parecen imparables para la humanidad. Todas las armas y sistemas son completamente impotentes ante su tecnología, y justo cuando todo parece perdido, entra a escena un aliado impensable de la humanidad: los microorganismos. Estos infectan a los invasores que al no estar adaptados a ellos, caen enfermos y eventualmente mueren. En la vida real, la humanidad no se enfrenta a un enemigo tan "vistoso" o "llamativo" como una invasión extraterrestre, pero eso no significa que esté libre de todo peligro. El ser humano se enfrenta a amenazas que para algunos podrían percibirse más "discretas", pero que en la práctica son igual de implacables: el cambio climático y la contaminación de recursos como el agua, el suelo y la atmósfera, los tres cruciales para nuestra supervivencia.