La deriva cortoplacista de nuestra política local ha ocultado un debate de calado que tendría fascinados a dos filósofos de la talla de Jean-Jacques Rousseau y Benjamin Constant. Dos episodios recientes referidos a los temas de designaciones públicas y a la armonización de la legislación local en materia de desapariciones enfrentaron posturas antagónicas. Una, la de colectivos ciudadanos, que exigen incidir de manera determinante en esas decisiones, la otra, de legisladores que piden respeto a la representación democrática que les otorgó el voto popular. Representación contra participación política.