OPINIÓN

Renacer holandés

Paloma Ramírez EN MURAL

3 MIN 30 SEG

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Pasan de las diez de la noche. La escena transcurre a bordo de un vagón de tranvía de una ciudad europea. Algunos de los pasajeros suben acompañados y platican entre sí. Mi marido y yo además cantamos y reímos con facilidad, pues hemos bebido en abundancia. A nuestro alrededor se hablan diferentes idiomas como si en realidad estuviéramos en una torre de Babel en miniatura. Los hombres que van recargados sobre las puertas o prendidos de un barandal tienen rasgos asiáticos. Por ahí se intercalan algunos rostros negros. Sería imposible adivinar que nos encontramos en Ámsterdam, Holanda, si sólo atendiéramos a las razas y lenguas que se entremezclan.