A la
Feria Internacional del Libro (FIL) no se le pronosticaba éxito en sus inicios. En la década de los 80, la industrial editorial pasaba por uno de sus peores momentos, no había confianza en apostar por un festival literario fuera de la Ciudad de México. Apenas unas semanas antes de la primera edición, había confirmadas siete editoriales, pero el trabajo de gestión de
Raúl Padilla López logró atraer la atención de profesionales del libro de Estados Unidos, que salvaron la primera edición, contó alguna vez el ex Rector de la Universidad de Guadalajara, en entrevista para MURAL.