OPINIÓN

Quimioterapia

Jorge Volpi EN MURAL

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
El diagnóstico, qué duda cabe, ha sido impecable: un país no solo gravemente enfermo, sino casi agonizante tras doce años de sufrir un cáncer que ha hecho metástasis en cada uno de sus órganos. La metáfora, que espera no incomodar a quienes en verdad sufren este padecimiento, parece oportuna: México como paciente terminal devorado por la corrupción, la desigualdad y la violencia. Así lo encontró, en efecto, Andrés Manuel López Obrador: una nación en ruinas, hecha añicos por dentro y por fuera debido a la exacerbación de la violencia derivada de la guerra contra el narco desatada por Felipe Calderón, la corrupción acendrada, como política de Estado, por Enrique Peña Nieto y el olvido sistemático de la mayor parte de la población por parte de las élites. Un México, pues, al borde de la muerte.