Vaya que 2022 fue un año de grandes convulsiones, y creo que el que inicia será peor. Ha habido años marcados por fenómenos naturales como el temblor de 1985, otros por eventos memorables como las Olimpiadas de 1968 o el Mundial de Futbol México 1970, pero otros están marcados por fenómenos políticos como lo fue el movimiento estudiantil de 1968, y en 1994 los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y de José Francisco Ruiz Massieu, sucesos unos muy agradables y otros trágicos. Los agradables, de gratos recuerdos, pero hasta ahí; los trágicos, de consecuencias muy importantes para la vida política, social y hasta económica del país. Pero 2022 y los anteriores del actual gobierno se han caracterizado por decisiones muy controvertidas que han convulsionado la vida económica y política de México.