Sí, estamos enojadas. Sí, echamos diamantina. Sí, rompemos puertas y hacemos pintas. Porque todos los días alguien mata a una mujer, alguien viola a una mujer, alguien acosa a una mujer, alguien discrimina a una mujer. Marchamos y gritamos y denunciamos para que todos los gobiernos, a todos los niveles, entiendan que tenemos derecho constitucional a manifestar nuestro descontento con un país que trata a la mitad de su población a puntapiés. Nuestro enojo nace de la desesperación, del control de nuestra narrativa por los hombres o la política o el poder o los asesores de Claudia Sheinbaum que no entienden que no entienden. Nuestra rabia deviene de la desesperanza ante quienes ignoran lo que nos sucede en las casas y en las calles, en las patrullas y en las pantallas, en el Metro y en los medios. Ser mujer en México es vivir en peligro permanente. Ante eso no nos pidan decoro. Ante eso no nos exijan portarnos bien. Ante eso, reaccionen.
Denise Dresser es politóloga, escritora, columnista y activista. Coordinó el libro "Gritos y Susurros: Experiencias Intempestivas de Mujeres". Ganó el Premio Nacional de Periodismo en 2010. Su último libro es "El País de Uno. Reflexiones para entender y cambiar a México".