Uno pensaría que los cuentos de nuestra infancia, donde la doncella en peligro era salvada por un caballero galante, estarían pasados de moda. ¿Recuerda a la Bella Durmiente, Cenicienta o Caperucita Roja? ¿Qué hubiera sido de esas dulces mujeres sin los valerosos varones que providencialmente aparecían para librarlas de tan terrible suerte? Lobos feroces, gigantescos dragones, brujas con poderes casi infinitos. Los caballeros eran capaces de vencer cualquier obstáculo, pues eran audaces, fuertes y astutos.