OPINIÓN

Su confusión ideológica, sin embargo, no es culpa de sus actores, sino de la tosca limitación del planteamiento

Primero los pobres

Jorge Volpi EN MURAL

3 MIN 30 SEG

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El enorme espectacular que el protagonista deja atrás justo cuando al fin ha reconocido su fracaso se convierte en el obvio mensaje político que ¡Que viva México! (2023), de Luis Estrada, intenta desarrollar a lo largo de tres extenuantes horas: un anuncio de las intenciones de Andrés Manuel López Obrador de reelegirse para el periodo 2024-2030 en el que a su lema "Primero los pobres" le sigue el ambiguo: "Cada vez somos más". La gracejada, contada una y otra vez a lo largo de la película, no solo reduce la acción del Presidente a esa terca voluntad de sumar más pobres a los que ya existen para seguir aprovechándose de ellos, sino que dibuja a todo el país como sistema irreparable donde nadie podrá jamás prosperar a causa del egoísmo y la zafiedad de los ricos o de la desidia, la pereza y la ingenuidad de los pobres.