Considero que estar en la carretera es uno de esos fenómenos que te hace sentir radicalmente humano. Es un regreso a tus sentidos más primarios, éstos que el modernismo ha logrado silenciar. Viajas a alta velocidad en una caja de acero y reaparece lo animal. Estás obligado a comportarte, tienes hambre y sed, tu espalda comienza a doler y tus extremidades a incomodar, pero sobre todo necesitas administrar tus necesidades fisiológicas, porque siempre te urge ir al baño.
Analista financiero, con un alto interés por el trasfondo de lo ordinario y cotidiano.