"No todo Estado con Derecho es un Estado de Derecho". Con esta paradigmática frase, Elías Díaz marca una distinción crucial entre la mera legalidad y la legitimidad del sistema jurídico. En su libro Estado de derecho y sociedad democrática (1966), sostiene que la protección de los derechos humanos, la participación democrática en la creación de las leyes y la limitación efectiva del poder estatal son elementos esenciales de un estado democrático de derecho.