Impresionantes las imágenes en las que las víctimas de un asalto en una combi del transporte colectivo, sacando valor de su indignación y, quizás por experiencias anteriores propias o de conocidos, o por la psicosis en la que viven todos los días, y que lo que está en juego no solo sus pertenencias sino incluso su propia vida. En forma espontánea y con arrojo repelen la agresión propinándole una golpiza al ladrón, quien termina perdiendo la vida a causa de ella.