OPINIÓN

Perder la credibilidad

Bernardo González Mora EN MURAL

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El Lic. Carlos Ramírez Ladewig, hombre serio, probo y honesto, comentaba que "quien acostumbra a mentir es como el que construye castillos de naipes, con una carta que le descubran falsa se le desploma todo". Los detractores del presidente López Obrador parecen encontrar una grave vulnerabilidad en sus "otros datos" tan contrastantes con otras fuentes de información y otras percepciones de la realidad. Articulistas, medios de información, líderes sociales, otros partidos, etcétera, no dejan de aprovechar lo que juzgan como falsedades usando como pruebas declaraciones del Presidente o sus funcionarios que luego se contradicen. Su triunfo se debió a que la sociedad dejó de creerles tanto a los panistas como a los priistas quienes, a pesar de que trataron de justificar los cuestionamientos -como fue la explicación que tanto la primera dama como el presidente Peña dieron acerca de la Casa Blanca-, no lograron convencer a la opinión pública y a partir de ese hecho se perdió toda credibilidad, facilitando el triunfo del candidato de Morena, Andrés López Obrador. En muy poco tiempo ya se pone en duda la congruencia con sus proclamas y, lamentablemente, mientras más altas son las expectativas, mayores son las exigencias. Entre los cuestionamientos destacan los temas más sensibles en el ánimo colectivo: en lo relativo a la justicia se le critica la aplicación de la ley en forma discriminada y a destiempo o mejor dicho, ajustada a las necesidades políticas de los tiempos como son los casos de Lozoya y Rosario Robles; el amago a Osorio Chong y ahora a Anaya ponen en duda la aplicación irrestricta del Derecho. Las expresiones tan fuera de contexto del comportamiento de la pandemia y su terquedad de no acatar las medidas aconsejadas por los organismos especializados, el alto costo en vidas humanas -que se especula sobrepasan las cifras oficiales- mientras que él insiste un día que ya se está aplanando la curva y que vamos bien, frente a la opinión de cinco ex secretarios de salud -que no son poca cosa- cuestionando la estrategia del gobierno y sugiriendo nuevas y se da el lujo AMLO de ignorarlos.