Los partidos políticos son animales feos, pero imprescindibles para una democracia de calidad. Son el primer engrane que mueve al régimen político, transmiten la energía de las causas sociales a las instituciones políticas. Si no hay sorpresas de último momento, en Jalisco tendremos dos nuevos: "Futuro" y "Hagamos". El reto que enfrentan se mueve entre la irrelevancia de ser más de lo mismo, básicamente maquinarias para ganar elecciones o, si logran espacios de representación, quedar atrapados en la pragmática del poder.