OPINIÓN

Partido o secta

Ricardo Elias EN MURAL

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Luego de ver y oír el discurso de López Obrador en el Zócalo, en el jubileo que organizó el pasado 1 de julio para mantener la fe de sus seguidores y aumentar el culto a su persona, comprobé una vez más que las elecciones fueron ganadas no por un partido político sino por una secta religiosa, cuyo carismático líder es el sacerdote o predicador principal que en cada mitin-misa evoca la vida y muerte del neoliberalismo que hace las veces del mal, el demonio, el enemigo a vencer, mientras él representa al bien y el camino de salvación.