No sé exactamente por dónde empezar. Si por la dignísima actuación del combinado mexicano Sub 17 o por las teorías de conspiración que fabrican - cual sea la categoría o evento en turno - aficionados, comunicadores, comentaristas y periodistas. Esa maldita e insana costumbre de buscar respuestas en los colmillos del lobo cuando están en las narices de todos.