Honrar a nuestros muertos, recordarlos, asomarnos a sus fotos, revivir sus gustos, cocinar su comida, comprar flores, papel picado, pan de muerto. Encender veladoras, compartir mole y tamales, hacer chocolate caliente, ver a la familia y a los amigos. Pensar en la muerte como un paso más de la vida, con aceptación, y a veces, hasta con cierta paz.
Sofía Orozco
Es tapatía, chef repostera por casualidad y periodiquera por afición. Desde una perspectiva ciudadana, analiza y critica lo cotidiano.