OPINIÓN

No somos floreros

Ricardo Elias EN MURAL

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Dos comensales observaban las flores que ornamentaban las mesas del restaurante y se cuestionaban si eran naturales o de seda. Para salir de dudas, llamaron al mesero y preguntaron: "Las flores, ¿son naturales o son de seda?". Pensó un momento y respondió: "No son naturales ni son de seda". "¿Entonces de qué son?", replicaron extrañados. "Son de adorno".