Mudo te prefiero
Paloma Ramírez EN MURAL
3 MIN 30 SEG
Quizá fue en un vuelo trasatlántico, de esos que parecen interminables, donde descubrí mi afición por el cine mudo. Y no porque en el catálogo de películas hubiera muchas opciones (creo que ninguna), sino porque me atrapó lo que estaba mirando algún vecino con audífonos. Entonces me di cuenta de cómo mejoraría el cine hollywoodense si se le quitara el sonido. Claro, porque, por lo general, no han pasado más de diez minutos desde que inicia la cinta cuando uno es capaz de adivinar quién es el asesino o dónde está el meollo del asunto. Una vez resuelto el misterio, lo que se tiene enfrente pierde interés.