OPINIÓN

El coche aceleró con flagrante ansia asesina y se pegó más a la banqueta para no fallar

Mojar gente

NEGRO Y CARGADO / José Israel Carranza EN MURAL

5 MIN 00 SEG

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Si nuestros impuestos sirvieran para lo que se supone que deben servir, alguna de las 6 mil 935 cámaras de video del Escudo Urbano C5 habría registrado cómo nos mojó a propósito un coche cuando estábamos en la banqueta y aceleró y desvió su trayectoria para atinarle al charco que había en el arroyo. La lluvia tenía poco de haber parado, el charco era posible gracias a que nuestros impuestos tampoco sirven para que las autoridades a cargo tapen baches y sellen grietas y, en suma, mantengan las calles en buen estado, limpias, transitables, seguras y a salvo de inundaciones y aun de charquitos estúpidos. Fue en el cruce de López Mateos y Las Rosas, hoy hace ocho días, como a las siete y media de la noche: lo preciso por si reconoce la escena quien sea que fuera conduciendo ese coche, a ver si tan a posteriori experimenta algo parecido a la vergüenza, o al menos para que se entere de mi rencor imprescriptible -aunque para ello haría falta que supiera leer, cosa que dudo, debe de ser algo menos que un póngido, desde luego preverbal, gruñidor y babeante.