De todos los fantasmas que por la noche ocupan la antigua casa del Potrero, el más fantasmal es el de doña María de Ábrego. Fue en su tiempo la dueña de la hacienda, que heredó de su padre don Lorenzo. Hija única, no casó nunca, pese a que tuvo numerosos pretendientes. Poco agraciada, supo que lo único que los atraía eran sus tierras y ganados, su dinero. Así, se mantuvo célibe. Ni siquiera en un animal -un gato o un perro- puso su cariño. A nadie amó, y por nadie fue amada.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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